El arte de los efectos visuales implica convertir las palabras en imágenes, la tecnología en destreza y la magia en realidad. El artista y los técnicos que crean esta magia han trabajado a lo largo de la historia de las imágenes en movimiento al servicio de la mirada del director y la perspectiva del director de fotografía. Para conseguir unos efectos concretos en las imágenes en movimiento, se requiere de las habilidades -tanto del artista de efectos visuales- como del artista de efectos especiales. Pero, a menudo, confundimos qué técnicas se relacionan con cada una de estas disciplinas; por eso, hoy te contamos qué diferencias existen entre ambas.
El término Visual effects se utiliza para describir cualquier imagen creada, alterada o mejorada para una película u otro medio en movimiento, que no puede lograrse durante el rodaje de la acción en vivo. En otras palabras, gran parte del arte de los efectos visuales tiene lugar en la postproducción; es decir, después de que se completa la captura de la imagen primaria. Se pueden agregar efectos visuales a la captura de acción en vivo a través de diferentes técnicas: mediante el uso de pintura mate; la proyección en pantalla frontal y trasera; las perspectivas en miniatura o forzadas; los objetos, personajes y entornos gráficos por ordenador; y la composición de imágenes dispares grabadas de diversas formas. La reciente explosión de herramientas digitales facilita una composición impecable de decorados digitales y personajes generados por ordenador. El acceso de los artistas visuales a estas herramientas de diseño convierte a los efectos visuales en una pieza esencial de trabajo para todo creador de imágenes en movimiento.
El término Special effects describe, generalmente, a aquellos efectos que pueden realizarse mientras se captura la escena; se denominan comúnmente efectos prácticos. Los efectos especiales van de la mano de los efectos visuales en la metodología actual, por lo que a menudo es difícil determinar qué ha sido un efecto especial y qué ha sido un efecto visual en una película. Esta colaboración se ha visto reforzada por la tecnología digital, que ha permitido más libertad a los artistas de efectos especiales para crear plataformas voladoras más elaboradas en el set, al tiempo que ha aumentado enormemente la seguridad de todos los involucrados. Algunos ejemplos de los efectos especiales más conocidos son: impactos de bala, explosiones, lluvia, fuego, plataformas voladoras, plataformas de movimiento para arrastrar accesorios o vehículos, mecanismos para imitar el movimiento de barcos, trenes o aviones, olas artificiales, etc.
¿Por qué usar Visual Effects?
Hay tres razones para usar efectos visuales en una película. La primera viene determinada por la imposibilidad de rodar una escena; es decir, cuando no hay absolutamente ninguna forma práctica de filmar la secuencia descrita en el guion o requerida por el director. El peligroso viaje de los astronautas alrededor de la luna en Apollo 13 (Ron Howard, 1995) es un ejemplo. La segunda razón para usar efectos visuales surge cuando se puede rodar la escena de manera práctica, pero hacerlo podría poner en riesgo la vida de alguien. El primer efecto visual realizado en una película narrativa se hizo en The Execution of Mary, Queen of Scots (Alfred Clark, 1895), con el propósito de generar un efecto de cuadro de diálogo. La Ejecución de María, Reina de Escocia muestra a María con los ojos vendados siendo conducida al bloque de ejecución. El verdugo levanta su hacha y se produce una edición durante la cual la actriz es reemplazada por un maniquí. Se corta la cabeza del maniquí y el verdugo la sostiene en el aire mientras termina la película.
La tercera razón surge cuando es más rentable o práctico utilizar efectos visuales que filmar una escena de verdad, debido a problemas de escala, ubicación o ambos. Un ejemplo de ello son las grandes multitudes de Orcos atacando, en la película El Señor de los Anillos (Peter Jackson, 2001-2003).
En esta otra escena de The Golden Compass (Chris Weitz, 2007), la niña protagonista se rodea de osos creados por ordenador.
Si se hacen correctamente, los efectos visuales no deben notarse. Trabajan para promover la historia que se cuenta, convirtiéndose en una parte integral de lo que nos hace estar dispuestos a creernos todo. Cuando miramos una película, somos conscientes de que vemos una representación de la realidad, convertida en un lugar o en un personaje fantástico, como los Na'vi en Avatar (James Cameron, 2009). Sabemos que no existen realmente, pero creemos en ellos, no obstante. Los efectos visuales en su forma más poderosa combinan a la perfección diferentes aspectos de la historia en cada frame. La historia de las imágenes en movimiento está llena de ejemplos, muchos de los cuales presentaremos en nuestro apartado de noticias.
La creación del Visual Effects
Desde los primeros tiempos, los artistas han sido tecnólogos. La progresión de pintar con tintes, a pintar con yeso (frescos) o con pinturas al óleo; la invención de la perspectiva matemática; los usos modernos de las lentes y espejos; y el desarrollo de cámaras, emulsiones y la propia película fueron avances impulsados por artistas. Todos estos avances se desarrollaron para crear un efecto visual más real, más creíble, más fantástico y, sobre todo, para contar mejores historias.
Bibliografía: J.A. Okun y S. Zwerman. The VES Handbook of Visual Effects (2010). Ed. Elsevier.